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Un recorrido por la “Ruta de los Galeses” en Chubut

por Bruno Sabella

Un recorrido por la “Ruta de los Galeses” en Chubut. El comienzo de la colonización galesa. Los primeros colonos galeses llegaron a la Patagonia hace 155 años. Después de más de cien años el legado continúa estando presente en la provincia de Chubut. El 28 de julio de 1865 llegó a las costas de la provincia un barco llamado “Mimosa”, el cual traía a los primeros pobladores galeses a la Patagonia.

Este barco procedía del puerto de Liverpool, en el que se trasladaban 153 colonos. La llegada fue al Golfo Nuevo, en cercanías a la actual ciudad de Puerto Madryn. Debido a la falta de agua, los pobladores decidieron trasladarse hacia el valle inferior del Río Chubut, dando origen al centro de la colonización galesa en la Patagonia. 

Sometidos por los ingleses, los galeses dejaron su patria en busca de un lugar donde poder hablar su lengua libremente, practicar su fe, así como también mantener su cultura y sus tradiciones. En Chubut existe una gran admiración por esta comunidad. No solamente por el legado cultural y sus valores, sino también por la contribución en el plebiscito histórico de 1902. Los pobladores galeses, en el marco de las disputas fronterizas con Chile, decidieron optar por la nacionalidad argentina por sobre la chilena.

Colonos galeses

En la actualizad se reconoce a los Galeses de Chubut como auténticos defensores de la Soberanía Nacional. Cuando el Presidente Julio Argentino Roca visitó la comunidad en 1899 reconoció este hecho histórico y les dijo a los galeses:

“Ustedes no solamente lucharon contra el clima duro y la naturaleza cruel, sino que también contra un enemigo mucho más poderoso, el cual es la soledad y la desolación. Solamente por eso se merecen la gratitud de nuestra Nación.” 

Los galeses buscaban una oportunidad y un lugar para ejercer plenamente sus derechos políticos. Lograron superar muchas dificultades, pero la comunidad se mantuvo unida, persistieron y se quedaron en la Patagonia, comenzando una nueva vida en “La Tierra Prometida”. 

La ruta de los Galeses

La Ruta de los Galeses 

Este recorrido une a las ciudades de Puerto Madryn en la costa de la provincia, con la ciudad de Trevelín, en la Cordillera de los Andes. Este circuito se realiza mayormente por la Ruta Nacional 25 e incluye paisajes sorprendentes.

Este paseo nos transporta al mismo trayecto que realizaron los galeses hace 155 años. Son 600 kilómetros por una de las rutas más históricas que tiene Argentina. El recorrido incluye localidades como Trelew, Rawson, Gaimán, Dolavón, 28 de Julio, Las Plumas, El Valle, Los Altares, así como también Esquel y Travelín

Puerto Madryn

El 28 de julio de 1865, 153 colonos bajaron del buque “Mimosa” y se instalaron en la zona de Punta Cuevas, en las cercanías de la actual Puerto Madryn. En aquellos tiempos, lejos estaba de ser lo que es hoy, una bella ciudad turística y la puerta de entrada a las maravillas naturales de la Península Valdés.

Los galeses se encontraron con una tierra árida y sin agua potable, lo cual los llevó a emprender la travesía hacia el valle inferior del río Chubut, e incluso más allá, hasta la Cordillera de los Andes. Hay un monolito frente a las costas del Golfo Nuevo que homenajea la llegada de los primeros colonos. 

Puerto Madryn

Trelew

Hacia el sur y a 60 kilómetros de Puerto Madryn, se encuentra la ciudad de Trelew, una de las más grandes de la provincia. Su nombre significa “Pueblo de Luis” en gales, en honor a su fundador, Lewis Jones.

En la ciudad de destaca el Museo Paleontológico Eigidio Feruglio, uno de los museos más importantes del mundo. Porque mucho antes de la llegada de los galeses, e incluso antes de la presencia de los nativos tehuelches, esta tierra estaba habitada por los dinosaurios.

También es posible visitar el histórico Hotel Touring, donde se alojaron algunas de las figuras más importantes del país y del mundo, tales como Juan Manuel Fangio, el presidente Julio A. Roca, así como también el famoso aviador francés, Antoine de Saint-Exupéry.

Desde Trelew también es posible visitar otras de las maravillas naturales, la Reserva Provincial Punta Tombo, la reserva continental de pingüinos de Magallanes más grande del mundo.

Rawson

A 20 kilómetros de Trelew, se encuentra la capital de la provincia: Rawson. Los colonos llamaron a este lugar “Trerawson” (Pueblo de Rawson”), en galés. Desde aquí los colonos empezaron su recorrido por el Valle Inferior del Río Chubut.

A 5 kilómetros, se encuentra Playa Unión, el balneario elegido por los habitantes de la zona. La villa balnearia se caracteriza por sus amplias playas y la inmensidad del Océano Atlántico. 

Rawson

Gaimán

Saliendo desde Trelew por la Ruta 25 y luego de recorrer 17 kilómetros se llegamos a la pintoresca localidad de Gaimán, uno los lugares más típicos de la colonización galesa en Chubut.

A pesar de ser un pueblo típicamente gales, estas tierras antiguamente fueron habitadas por los Tehuelches, de donde deriva el nombre “Gaimán”, que significa “piedra de afilar”.

Este lugar es famoso por sus casas de té, las cuales representan un gran atractivo turístico a nivel histórico, tanto a nivel nacional como internacional. Las mismas están ligadas a los primeros colonos galeses de la zona y son un fiel testimonio de la inmigración galesa en esta parte de Argentina. 

Visitar una casa de té gales nos transporta a lo más profundo de esta cultura, en ellas podemos disfrutar no solamente las exquisiteces regionales, sino también sentir la cálida bienvenida de los descendientes, que mantienen sus tradiciones más vivas que nunca. La más famosa es Ty Te Caerdydd, por haber recibido a Lady Di en 1995. Hoy cerrada por la pandemia.

Una propuesta interesante también resulta transitar el llamado “camino de los galeses”, el cual es un circuito turístico que pone en valor justamente su legado en la provincia de Chubut. Es un trayecto de aproximadamente unos 40 kilómetros, el cual permite que podamos apreciar las antiguas capillas galesas, así como también poder visitar algunas de las chacras donde se fabrican diversos productos regionales. 

Gaimán

Dolavón

Continuando por la Ruta 25 y localizado a 20 kilómetros de Gaimán, llegamos a Dolavón. Es uno de los lugares más bellos del valle un pueblito típicamente galés, en el que se destacan sus hermosos espacios verdes.

Dolavón significa “Prado junto al río” en galés. Aquí fue donde se construyó el primer molino harinero de la Patagonia, el cual podemos visitar aún en la actualidad. En el lugar se encuentra un restaurante de comidas que ofrece productos regionales también. Se llama “La Molienda” y luego de más de 100 años sigue estando en funcionamiento y elaborando harina como lo hacía hace más de un siglo.

Este lugar también se destaca por sus hermosas capillas galesas y su canal, el cual atraviesa el centro del pueblo. La gran noria del centro también es todo un símbolo de Dolavón. A lo largo del valle existen muchas capillas típicas galesas, una de ellas se encuentra en las cercanías de Dolavón, se llama “Glan Alaw” y fue inaugurada en 1887. Su nombre recuerda al donante del terreno, Owen Jones (Glan Alaw, en galés). 

28 de Julio

Transitando la Ruta 25 luego de 15 kilómetros desde Dolavón llegamos al poblado de 28 de Julio, un lugar de tierras fértiles, el cual se caracteriza por sus chacras, en donde en muchas de ellas se elaboran productos regionales de la zona, tales como quesos y mermeladas.

El 25 de febrero de 1935, quedó conformado el Municipio bajo el nombre de 28 de Julio; en conmemoración a la fecha de arribo de los colonos galeses a las costas del Golfo Nuevo. La construcción del pueblo, así como también sus caminos, chacras y sus habitantes, aún conservan las huellas culturales de los pioneros.

Un atractivo turístico de la zona es la Turbina de Crockett, la cual fue construida en 1925 por el norteamericano Jhon Crockett. La turbina permite elevar el agua a la meseta y poder así sembrar pasturas en ella. De la turbina y mediante un juego de poleas, se ponía en funcionamiento un aserradero, y las máquinas para una carpintería y herrería. Para llegar hasta allí se accede por un camino vecinal que nace desde la ruta provincial N° 7.

Norias de Dovalón

Las Plumas

A medida que avanzamos por la Ruta 25 los paisajes comienzan a cambiar drásticamente, los cuales se tornan cada vez más áridos. Estamos en la meseta chubutense, en el centro de la provincia. Pareciera ser un lugar donde no hay nada, absolutamente desolado y remoto.

Al llegar a la comuna de Las Plumas, observamos el río Chubut muy cerca de la ruta, donde se aprecia un pequeño valle con árboles. Esta pequeña localidad se ubica en el Valle de los Mártires, el lugar que los galeses llamaron Dôl y Plu (“Meandro o Pradera de Las Plumas”).

A pesar de ser una localidad sin grandes atractivos turísticos, hay un sitio histórico muy significativo: el monumento al famoso caballo “Malacara”, que le salvó la vida al galés John Daniel Evans en un violento encuentro con los Tehuelches (tres de ellos murieron), de aquel acontecimiento deriva el nombre “Valle de los Mártires”. Esta localidad fue relevante alguna vez, ya que la estación cabecera del Ferrocarril Central de Chubut funcionó en Las Plumas entre 1928 y 1961. Hoy en día es simplemente un lugar de paso para quienes transitan por la ruta nacional 25. 

Valle de los Altares

Siguiendo el recorrido por la Ruta 25 y a 103 kilómetros de Las Plumas llegamos al Valle de los Altares, un lugar único en toda la Patagonia. Sin dudas es el lugar más bello durante todo el recorrido a través de esta ruta.

El Valle de Los Altares se caracteriza por las formaciones rocosas que se encuentran a su alrededor. Altos acantilados, cañadones y formaciones geológicas muy antiguas. Las rocas se encuentran divididas por la corrosión y erosión del agua y el viento, formando una especie de tótems naturales que se yerguen hacia el cielo con la verticalidad más precisa. Hay unos 80 kilómetros de murallones de piedra que se observan desde el valle y llegan a elevarse hasta los 70 metros.

Enormes “altares”, que dan nombre al pueblo, se pueden ver si uno camina por las calles del mismo. Merece la pena detenerse en el camino y apreciar las maravillas naturales que nos ofrece esta parte de la meseta patagónica, en pleno “corazón de Chubut”.

Valle de los Altares

Al alejarnos del Valle de los Altares transitamos por la Ruta 25 hasta llegar a la localidad de Paso de Indios, un lugar “de paso” literal, sin atractivos turísticos. Luego de recorrer más de 300 kilómetros por la interminable y monótona estepa patagónica, llegamos a Tecka, donde la ruta 25 llega a su fin.

Nos encontramos con la emblemática Ruta 40, por donde se continua el recorrido. Luego de transitar 100 kilómetros llegamos a Esquel, una de las ciudades más importantes de la provincia. Es la puerta de ingreso al Parque Nacional Los Alerces, uno de los más bellos de toda la Patagonia, el cual se caracteriza por ser el hogar del “alerce milenario”, uno de los árboles más antiguos y grandes del planeta. Se calcula que tiene entre 3.500 y 4.000 años de antigüedad.

Trevelín

La última etapa de este recorrido de la Ruta de los Galeses nos conduce hasta Trevelín, a 20 kilómetros de Esquel.

Trevelin significa “Pueblo del Molino” en galés y es junto a Gaimán y Dolavón uno de los lugares galeses más tradicionales de Chubut. Fue aquí donde llegaron los colonos guiados por John Evans y se establecieron en plena cordillera en 1888, fundando la Colonia 16 de octubre, la cual fue luego rebautizada Trevelin.


Noticia relacionada: La cultura galesa en Trevelin


La zona que rodea a la ciudad se destaca por sus exuberantes bosques, lengas y cipreses, así como también por sus lagos, el río Futalefú y el espectacular Parque Nacional Los Alerces.

También se caracteriza por sus casas de té, lugares donde es posible disfrutar de todas las exquisiteces de la comunidad galesa, tales como la típica “Torta Negra”. También se destacan sus deliciosos scones, panes y los dulces elaborados con frutos típicos de la región cordillerana.

En las cercanías también hay diversos atractivos naturales que merecen ser visitados, tales como las cascadas Nant y fall y los Lagos Futalaufquen, Verde, y Menéndez. 


Noticia relacionada: El Jardín de la provincia – Campo de Tulipanes.


Como los galeses, pero 155 años después, atravesar la provincia de Chubut de este a oeste es una experiencia inolvidable. Luego de transitar por el hermoso valle inferior del río Chubut y por la desolada meseta patagónica, finalmente estamos a los pies de la mítica Cordillera de los Andes, un lugar de ensueño.

Seguramente tal fue la admiración de los colonos al ver los deslumbrantes andes y la increíble sensación de libertad absoluta que decidieron establecerse aquí y comenzar una nueva vida en este lugar de la Patagonia. Como todos los viajes, este también llega a su fin, pero los recuerdos y las experiencias vividas a lo largo del recorrido permanecerán con nosotros. 

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