Ubicado a 25 kilómetros de Esquel, Trevelin es un apacible pueblo cordillerano con una marcada presencia de la cultura galesa.
La historia comienza con la llegada de los primeros colonos en el año 1885 y que se asentaron en el valle para desarrollar actividades productivas principalmente la triguera con la instalación de los molinos. Ocuparon uno de los valles más pintorescos y fértiles de la zona cordillerana, actualmente llamado Valle 16 de octubre. Allí continuaron con sus objetivos propuestos al abandonar su Gales natal: preservar sus tradiciones, su idioma y su religión.
Trevelin debe su nombre a la lengua galesa que se conserva allí hasta hoy en día. “Tre”: pueblo y “Velin”: molino. Y este significado refleja la actividad a la que se dedicaron y dedican hoy en día sus habitantes.
El conjunto de estos rasgos culturales deja en Trevelin una impronta que es claramente apreciable en la arquitectura de algunas viviendas, las antiguas capillas galesas y las actividades culturales como los encuentros de coros y el Eisteddfod, certamen de poetas que tradicionalmente el pueblo galés realiza hace varios siglos.
La historia se mantiene viva en los museos y relatos. El valle hermoso, también dio lugar a diferentes emprendimientos: como viñedos, criaderos de Truchas o las plantaciones de Tulipanes.
Tras la huella galesa en Trevelín
Museos y sitios históricos pueblan Trevelin y sus alrededores, e invitan a conocer la vida de los colonos galeses que llegaron al Cwm Hyfrid o Valle Hermoso a fines del siglo XIX.
El recorrido se puede organizar en dos días, uno dedicado a los lugares más céntricos y el segundo a los puntos ubicados en las Rutas 34 y 259.
- Museo regional Molino Andes: el edificio del Molino Andes es la sede del tMuseo Histórico Regional en donde se puede conocer cómo era la vida en el Valle 16 de Octubre a principios del siglo XX. Además, hay información y colecciones interesantes sobre los pueblos originarios que habitan la región.
- La tumba del caballo Malacara: homenaje al noble animal que salvara su vida del colono John Daniel Evans al huir de una emboscada indígena en la que mataron al resto de sus compañeros.
- Museo Cartref Taid: “Hogar del Abuelo” sito donde se conservan elementos de la época y se disfruta del relato histórico, siendo este es el complemento ineludible de La Tumba del Caballo Malacara.
- Inicio de huella de los rifleros: en la zona del Río Corintos en donde se encuentra la histórica escuela N° 18. La Huella de los Rifleros es larga, pero es posible conocer dos de sus hitos destinando un par de horas en auto: la escuela y la Piedra Holdich.
La tradición de los molinos
- Molino harinero Nant Fach: los molinos del Valle Hermoso se remontan a 1891, cuando Rhys Thomas estableció el primero. El trigo del valle era excepcional, tanto que obtuvo medallas en Exposiciones mundiales en París y Chicago. Esa próspera industria triguera creció hasta 1949, cuando una decisión administrativa puso en desventaja a los molinos de la región que, rápidamente, desaparecieron. Este molino es una construcción artesanal a semejanza de los antiguos molinos familiares. En su interior se pueden apreciar diversos elementos que eran de uso cotidiano en los hogares galeses. En el predio también se encuetra un “galpón de herrería” y un “viejo almacén”.
- La Capilla Bethel: una típica construcción de líneas sobrias y austeras de principios de siglo XX, que vibra con la fe tradicional y los coros galeses.
La experiencia del té galés
- Casas de Té Galés: en donde se hace honor a una de las costumbres que todavía se practican entre los descendientes de los primeros colonos de la zona. El té se caracteriza por estar acompañado de exquisitas tortas y tartas elaboradas con recetas originales. Se completa con dulces y panes caseros untados con manteca y la infaltable torta Negra, tarta de crema y corintios. Podés visitar la casa de té Nain Maggie y La Mutisia para vivir una inolvidable experiencia galesa en Trevelin.
