Un lugar al que jamás se me hubiera ocurrido ir antes de tener este trabajo es a Colombo, Sri Lanka. Quizás por eso, aterrice luego de unas 4 horas de un vuelo que nos tuvo bastante ocupados, sin ninguna expectativa.
Colombo es la ciudad más poblada de Sri Lanka y su capital comercial. Está situada en la costa occidental de la isla.
Sri Lanka es un país soberano insular de Asia, ubicado en pleno golfo de Bengala, cuya forma de gobierno es la república semipresidencialista. Durante su colonización, la isla tomó el nombre de Ceilán, que se siguió utilizando posteriormente. Su particular forma y su cercanía a la India hicieron que se la llame «La lágrima de la India».
Sri Lanka impacta por su verde, su vegetación autóctona y los campos de cultivo a los costados de las rutas.
La excursión que nos recomendaron en el vuelo es ir a pasear en elefante, sin embargo la idea de ir a subirme a un elefante encadenado no me pareció muy atractiva.
Cuando llegamos al hotel nos ofrecieron otra excursión que incluía varias paradas, incluyendo un “orfanato de elefantes”. Esta opción nos pareció mas interesante, porque al menos no están usando a los animales para entretener a los turistas.
Sin embargo, llegar al “orfanato” fue grande nuestra decepción. Quizás en mi inocencia de viajera novata (con la experiencia aprendí que los tours que incluyen animales nunca son como los imaginaba), no esperaba ver a los elefantes tan de cerca, pero si esperaba que estuvieran libres en un ambiente de protección. Creo que esperaba algo más parecido a un parque nacional o reserva natural.
Si bien es muy tierno verlos bañarse en el río, jugar con el agua y tirarse agua entre ellos, la imagen que me lleve fue la de las cadenas alrededor de sus cuellos y sus patas, y las marcas del roce de las cadenas. Me pareció muy triste, no volvería, y no lo recomendaría.
Fuera de la experiencia de los elefantes, el resto de la visita me gustó. El paisaje es muy lindo, y a los costados de las rutas están los vendedores locales ofreciendo frutas recién cortadas.
Visitamos también un negocio donde fabrican sus cremas, aceites y ungüentos con hierbas autóctonas. Medicinas naturales para un sinnúmero de afecciones, desde un simple masaje relajante, hasta eczemas, artritis, problemas de circulación y demás.
Finalmente visitamos la fábrica de té Glenloch Tea Factory and tea Center. Fue una linda visita, en la que pudimos ver desde las plantaciones, hasta las maquinarias que han usado a través de los años. Nos explicaron el proceso y los distintos tipos del famoso té de Ceilón. Y finalmente pudimos degustar sus productos y comprar té para llevarnos (el personal era muy amable, y no presionaban para la compra, cosa que suele ser bastante molesta).
Mientras volvíamos al hotel, empezó a llover. Fue una gran tormenta tropical, apenas de veían los autos delante nuestro. La lluvia no ayudó al caótico tráfico que hay normalmente. Por un momento me quede dormida, después de un largo día de trabajo más el tour. Me desperté de repente, con una frenada abrupta en medio de la tormenta, y vi un auto viniendo de frente, a la derecha de nuestro auto. ¡Por un instante creí que chocábamos! Hasta que recordé: en Sri Lanka manejan del lado izquierdo. Una gran lección que, gracias al susto, nunca me voy a olvidar.
Sri Lanka es un país con mucho que ofrecer, con hermosas playas, ideales para hacer deportes acuáticos. Lamentablemente en 24 horas no podemos visitar lugares tan alejados. Espero en el futuro tener la oportunidad de visitarlo como turista. ¡Inshallah!*
* Inshallah: Frase en árabe que significa “si Dios quiere”, utilizada como una muletilla en medio oriente. El significado del término no denota la profesión de una religión determinada.
3 comentarios
Que hermoso debe ser eso!!! Quiero conocer????????
Amo tus historias Sabri
Muchas gracias Ana! Espero que puedas conocerlo! Seguinos para leer más historias ????
Que buena descripcion Sabri, ojala algun dia pueda ir
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