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Bariloche, la capital nacional del chocolate

por Lucy Sanzio

Lejos de cualquier plantación de cacao y sin una tradición ancestral relacionada con el chocolate, Bariloche logró convertirse en referente en toda la región. Desde la calle Mitre hasta la Fiesta Nacional del Chocolate, seguimos el rastro de este producto en una ruta absolutamente deliciosa.

En rama, en tabletas, bombones, huevos, figuras, con frutos secos Y licores y el chocolate fluye por Bariloche. Un producto que se ha convertido en uno de los más refinados del mundo, en las que se mezclan con la creatividad y la innovación desarrolladas en la ciudad.

Alrededor de 20 chocolaterías nos esperan en Bariloche, que ostenta curiosos récords mundiales como la tableta de chocolate más larga del mundo, de 200 m y 1.500 kg

Orígenes italianos

San Carlos de Bariloche es principal destino turístico de la provincia de Rio Negro, con alrededor de un millón de visitantes anuales, especialmente procedentes de Europa y Sudamérica. Hoy en exclusiva para pasajeros argentinos y residentes únicamente. 

Sin embargo, entre montañas, lagos y bosques concentra, en poco más de una calle, hasta 20 chocolaterías, además de curiosos récords mundiales como la tableta de chocolate más grande del mundo (200 m de largo y 1.500 kg de peso) o el huevo de Pascua más grande del mundo, hecho con 8.000 kg de chocolate.

Todo comenzó en 1947, cuando los Fenoglio, una familia italiana de maestros chocolateros, instaló la primer fábrica de chocolate en la ciudad. En la misma época se instalaron también los Secco, otra familia italiana, llegada en este caso del Véneto.

Continuaron el oficio en su nuevo hogar en Argentina, una tradición que continuaron sus hijos y, hoy, sus nietos. Mientras Fenoglio cerró en el 2012, los Secco siguen regentando la Chocolatería del Turista.

Fiesta Nacional del Chocolate

Si hacemos coincidir un viaje con la Semana Santa (guiño-guiño) podremos además participar de la gran Fiesta Nacional del Chocolate, con cuatro días repletos de actividades, de degustaciones a juegos como las búsquedas de huevos y actuaciones musicales.

La ruta más dulce

Una de las paradas imprescindibles la tenemos en la chocolatería Benroth, una empresa familiar fundada en 1965, y creada por Bernardo Benroth, que aprendió el arte del chocolate junto a chefs franceses y suizos, además del pionero Aldo Fenoglio.

La tercera generación de la familia define su producto como «chocolate de culto», totalmente artesanal y de baja producción. 

Alternan con novedades como los ‘trekking’, frutos secos cubiertos de chocolate recomendados para las caminatas por la montaña y los nuevo sabores de chocolate con especias y ligeros toques picantes,  para maridar con quesos, fiambre, vino o cerveza.

Mamuschka

También hay que entrar en Mamuschka, fundada en 1989 por Juan Carlos Carzalo y que supuso toda una revolución con su packaging en intensos tonos rojos y la figura de la matrioshka, la tradicional muñeca rusa.

En su local  encontraremos todo tipo de elaboraciones suculentas como almendras rellenas, mousse de chocolate y dulce de leche, licrores de cremas y su ya famoso timbal de nougat. Presumen de cacaos importados de Perú, Ecuador, Venezuela y Brasil y novedades como bombones de malbec.

Rapa Nui

Sin salir de la calle Mitre encontramos Rapanui, otra empresa familiar que fundaron los herederos de los primeros Fenoglio 1996 en este caso en un coqueto local de estilo art nouveau. En Rapanui tuestan sus propias habas de cacao procedentes de Ecuador, Colombia, Brasil y también de África y producen su propia pasta de cacao que se procesa con leche o manteca en función de la elaboración. 

Entre sus productos estrella, FramNui, una frambuesa helada cubierta con capas de chocolate blanco y con leche, tabletas de chocolate con sal o con sabor a cerveza.

Las más atrevidas

Terminamos con algunas de las novedades que se suman a la ruta, entre ellas Van Wynsberghe Chocolats, que apuesta por los ingredientes de la Patagonia como rosa mosqueta, lavanda, frambuesas y sauco.

Además de comprar, ofrecen visitas, charlas y catas de varietales así como degustaciones y catas a ciegas.

Catedral Chocolates también se suma a la ola de la innovación. De creación más reciente (2010), desarrolla productos que definen como delicados como trufas, cericet (cerezas maceradas en licor y cubiertas de chocolate) y otros bombones.

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1 comentario

Sonia 28 agosto, 2020 - 8:12 pm

Que ricor!

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