Diario de una azafata: Moscú, nieve y Maslenitsa.

Hace unos años tuve la suerte de hacer un vuelo a Moscú con mi amiga Ana, y fue uno de los mejores layovers que hemos tenido.

Moscú es la capital y la entidad federal más poblada de Rusia. La ciudad es un importante centro político, económico, cultural y científico de Rusia y del continente. Está situada a orillas del río Moscova, en el Distrito Federal Central de la Rusia europea.

En Moscú se encuentra el Kremlin, una antigua fortaleza donde se halla hoy el lugar de trabajo del presidente de Rusia. El Kremlin también es uno de los varios sitios que son Patrimonio de la Humanidad en la ciudad. La ciudad posee una amplia red de transporte que incluye tres aeropuertos internacionales, nueve estaciones de ferrocarril y uno de los más profundos sistemas de metro del mundo, el metro de Moscú, solo superado por el de Tokio en número de pasajeros.

También es conocido como el “Palacio Subterráneo”, y fue inaugurado en 1935. Tiene 230 estaciones y una longitud de tendido subterráneo de 379,1 kilómetros (tercero en el mundo después de Londres y Nueva York) con 14 líneas.

En la línea número 5, con forma de anillo que se cruza con todas las otras, la megafonía indica a los viajeros el sentido en que viaja el tren utilizando voces masculinas cuando avanzan en el sentido de las agujas del reloj, y voces femeninas cuando va en sentido antihorario. En las líneas radiales, se utilizan voces masculinas cuando los trenes se acercan al centro de la ciudad, y voces femeninas cuando se alejan.

Algunas de sus estaciones son obras de arte en si mismas, y por su atractivo turístico merecen una visita.

Cuando llegamos al centro, nos sorprendió la cantidad de gente que había en las calles en los alrededores de la Plaza Roja. Si bien hicimos las paradas de rigor, lo que mas nos gustó de nuestra visita fue el festival que se estaba llevando a cabo por esos días.

Visitamos la famosa Catedral de la Intercesión de la Santísima Virgen en el Montículo, más conocida como Catedral de San Basilio. Es un templo ortodoxo localizado en la Plaza Roja. Es mundialmente famosa por sus cúpulas en forma de bulbo.

A pesar de lo que se suele pensar popularmente, la Catedral de San Basilio no es ni la sede del Patriarca Ortodoxo de Moscú, ni la catedral principal de la capital rusa, pues en ambos casos es la Catedral de Cristo Salvador. Como parte de la Plaza Roja, la catedral de San Basilio fue incluida desde 1990, junto con el conjunto del Kremlin, en la lista de Patrimonio de la Humanidad de Unesco.

Esta visita a la Catedral fue particularmente memorable para mí, ya que fue a primera vez que vi nevar… No la primera vez que vi nieve, ni la primera vez que vi caer Aguanieve, sino la primera vez que vi NEVAR, con mayúsculas. Y si, hacia muchísimo frio, pero valió la pena.

La Plaza Roja es la plaza más famosa de Moscú en el barrio comercial conocido como Kitay-górod. Posee 330 metros de longitud y 70 metros de ancho, sumando una superficie de 23.100 m². La traducción más precisa de su nombre sería “Plaza hermosa“. El nombre de Plaza Roja no proviene del color de los ladrillos que la rodean, ni tampoco es referencia al color rojo del comunismo. En ruso antiguo красная (Krásnaya) significaba hermoso, pero también rojo.

El día que la visitamos, estaba muy concurrida (aunque en ese momento no teníamos muy claro porqué) ya que estaban celebrando Maslenitsa.

Maslenitsa (o Maslenica) conocido como la Semana de la Mantequilla, de la Crepería y del Queso es una festividad religiosa y folclórica que se celebra en la zona este de los países eslavos.

Se celebra durante la última semana que da paso a la Gran Cuaresma. La festividad equivale al Carnaval cristiano católico a diferencia de que en la Cuaresma ortodoxa da comienzo el lunes en lugar del miércoles. Para celebrar este “Carnaval”, la ciudad organiza espacios en donde celebrar.

Este día, nosotras fuimos dos rusas más. Paseamos por los puestos callejeros que vendían decoraciones tradicionales y comidas, y bailamos con los locales al ritmo de la música en vivo.

Fue una visita a Moscú muy particular, que tuve la suerte de poder compartir con mi amiga. Espero que tengamos muchas otras visitas para compartir… ¡Inshallah!*

Inshallah: Frase en árabe que significa “si Dios quiere”, utilizada como una muletilla en medio oriente. El significado del término no denota la profesión de una religión.