Escritor y poeta, fue un renovador de la novela gótica del siglo XIX y un maestro universal del relato corto. Huérfano de padre y madre, Poe pasó por una educación irregular, de Estados Unidos a Escocia e Inglaterra, hasta su breve paso por la Universidad de Virginia, donde publicó anónimamente su primer libro, y por el ejército, publicando su segundo libro.
Poe practicó varios géneros a lo largo de su carrera literaria, tratando de una manera casi obsesiva temas como la muerte, el entierro en vida o el duelo. En este sentido son muy conocidos relatos como El pozo y el péndulo, La máscara de la muerte roja, El corazón delator o Berenice, entre muchos otros.
Además, creó al primer detective moderno de la literatura, Auguste Dupin, personaje que influyó inequívocamente a autores como Arthur Conan Doyle o Agatha Christie.
Nos gustan el misterio, la niebla, los cuervos y los gatos. Nos gustan el otoño y los cementerios. Nos gusta Edgar Allan Poe. Y, por supuesto, nos encanta viajar a Estados Unidos. ¿Por qué no metemos todo en la mochila y nos vamos siguiendo la estela del gran genio del relato de terror?
Boston
Allí nació Edgar Allan Poe un 19 de enero de 1809. Sus padres eran artistas de teatro, pero no actuaban en grandes escenarios: formaban parte de un teatro ambulante. Y entre representaciones de Macbeth o Hamlet, Edgar baby vió la luz.
La excusa es perfecta para conocer una de las ciudades de Estados Unidos, para pasear por Beacon Hill, explorar Back Bay o descansar en el Common. Pero nosotros también tenemos una parada obligada en la esquina de Boylston Street y Charles Street South. Porque hace 6 años Poe volvió a Boston en forma de escultura.
La Fundación que el escritor tenía en la ciudad decidió poner fin a su actividad financiando la escultura a tamaño natural de Poe —y su inseparable cuervo— que realizó la artista Stefanie Rocknak. El 5 de octubre de 2014 se inauguraba este icono de la ciudad al que es obligatorio acudir siguiendo los pasos del genio de Richmond. Y, de noche, por supuesto.
Richmond (Virginia)
Aunque sea chocante, Edgar Allan Poe era un gentleman del sur, a años luz del racionalismo de sus colegas del norte. Efectivamente, Eddie nació en la progresista Massachusetts, pero se hizo un hombre en la conservadora Richmond (Virginia), nuestra siguiente parada en la ruta del misterio. Poco tiempo antes mudarse al Sur, la madre de Poe era abandonada por David, el padre, al que el escritor apenas conoció. Ahogada por las penurias económicas, Elizabeth se fue al sur buscando nuevos escenarios para su profesión.
Cuando Edgar tenía 3 años, Elizabeth muere, agotada y pobre. Poe se queda huérfano y es recogido por una familia de Richmond. Y Poe se nacionaliza virginiano.
Richmond es la capital del estado de Virginia y en la actualidad suma poco más de 220.000 habitantes. Aunque Poe no llegó a vivir la Guerra Civil, sí percibió, como todos sus contemporáneos, la enorme distancia socioeconómica y cultural entre el Sur y el Norte que terminó derivando en aquella histórica contienda. Acercarse a los diferentes espacios del The American Civil War Museum en Richmond es la mejor manera de entender una guerra que, siglo y medio más tarde, todavía late en el corazón dividido de Estados Unidos.
The Poe Museum en el 1914 de East Main Street es una parada obligada. No podía faltar un homenaje así a uno de los personajes más venerados de la historia de Virginia. The Poe Museum tiene todo lo necesario para conocer la vida y milagros del taciturno gentleman.
Por cierto, ¿estás pensando en una boda original pero eso de Las Vegas con Elvis te resulta muy Pop? Si quieres una boda de lo más gótica, The Poe Museum ofrece la posibilidad de alquilar el jardín y organizar tu enlace más tenebroso. Y, por supuesto, tras la ceremonia todos los invitados deben gritar: ¡Nevermore!
Nueva York
La vida de Edgar Allan Poe no terminó en Richmond aunque, allí vivió sus momentos más felices. El 19 de febrero de 1931, se embarca, envuelto en su capa de cadete, rumbo a Nueva York y a sí mismo. Cortázar se pone serio en la mini biografía que hace del escritor previa a la traducción de sus Cuentos Completos. Y es que la vida de Poe de vuelta al norte se convierte en una montaña rusa plagada de clímax literarios y de naufragios alcohólicos.
Es momento, por tanto, de ir a Nueva York para sumergirnos en la bruma; abrigarnos bien, cuando hace frío en Nueva York, hace mucho frío y seguir las huellas del escritor maldito hasta el Bronx.
En el 2640 de Grand Concourse vivió durante un tiempo Poe con su querida tía Muddie y su amada (y prima) Virginia Clemm. Ella fue Annabel Lee, Ulalume y Ligeia. Virginia fue su último y centelleante fulgor previo a la noche más oscura, la cual no tardaría en llegar.
Solo pensar en que los creadores de Batman se sentaron en frente de esta casa para dar a luz a uno de los superhéroes más famosos de la historia, cambiando el cuervo por un murciélago, ya motiva para acercarse y, de paso, conocer uno de los distritos más auténticos de Nueva York, más allá de los cuatro tópicos asociados a la ciudad.
Baltimore
Y entre trago y trago, descendemos al infierno. Llegamos a Baltimore. No es que la gran urbe del estado de Maryland sea el infierno pero allí fue donde llegó Poe el 27 de septiembre de 1849. Parece que su muerte la escribió él mismo: no hay forma más misteriosa y literaria de morir. Decenas de estudiosos y hagiógrafos llevan décadas investigando qué demonios ocurrió aquella extraña semana convertida en mito.
Y es que ni siquiera Poe debía estar en Baltimore. El genio se fue de su querida Richmond tras pasar unas semanas en su tierra de adopción y prometerse con Elmira, su novia de juventud, su gran amor Virginia había muerto años antes. Pero antes de casarse debía acudir a Nueva York a buscar a su tía Muddie. Tal vez estudiase establecerse definitivamente en la feliz Richmond, pero sus planes nunca llegaron a concretarse.
El barco que lo llevaba de Virginia al norte atracó en el puerto de Baltimore. El tren que lo debía llevar a Filadelfia y de allí a Nueva York saldría en unas horas. “Suficiente para tomar una copa o dos”, debió pensar el poeta. Poe nunca tomó ese tren.
Un admirador lo reconoció en una taberna de la ciudad una semana más tarde: estaba trastornado e iba con la ropa de otra persona. Cuando le recogieron unos amigos ya era demasiado tarde. El 7 de octubre moría en un hospital de la ciudad sin recordar que había hecho durante los días anteriores.
Hoy Baltimore rinde homenaje a Poe desde múltiples atractivos: La Casa-Museo del escritor en Amity Street, la tumba y memorial en Fayette Street a la que todos los 19 de enero acuden decenas de personas a rendir tributo al héroe gótico.
Este año debido a las medidas adoptadas por el Covid podremos disfrutar de este evento de manera virtual con recorridos en vivo desde la página Facebook & Youtube Live el 3 y 4 de Octubre.
Los espero la semana que viene, para seguir recorriendo el mundo desde tu biblioteca.
¡Hasta la próxima semana!
2 comentarios
Pero que buenos datos. Deberia unir esta ruta con la de Stephen King y podre morir en paz. Nevermore!
Desafío aceptado! 🙂
Comentarios cerrados.