Punta Loyola en Santa Cruz: Un lugar con historia. La Patagonia es una región con muchos de lugares por descubrir. Siempre que uno la recorre descubre nuevos lugares, todos con una historia por contar. Tal es el caso de Punta Loyola, un puerto ubicado a 37 kilómetros de Río Gallegos en la provincia de Santa Cruz. Se caracteriza por ser el punto donde se unen el mar Argentino con la ría de Gallegos, así como también es el punto final de la Ruta Nacional N° 40.
La zona de Punta Loyola también está considerada como un punto importante por los principales pozos petroleros de la provincia de Santa Cruz. Además, contiene instalaciones de almacenamiento de carbón natural y de extracción de gas natural. Aquí se encuentra el Puerto Presidente Arturo Illía, el cual está ubicado en la entrada de la ría de Gallegos.
El puerto se caracteriza por no estar expuesto a los problemas de las mareas y opera carga y descarga de barcos. Tiene un gran movimiento y cuenta además con un asentamiento de la Prefectura Naval Argentina.
Naturaleza y biodiversidad
Lo primero que uno nota al transitar en estas latitudes es el famoso viento patagónico, el cual está siempre presente, como un constante recordatorio que estamos en la Patagonia. Al estar ubicada sobre el Océano Atlántico, ofrece hermosas vistas, además es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza autóctona. Es posible apreciar la Isla Deseada o de los Pingüinos, el cual se caracteriza por ser un pequeño islote habitado por una colonia migratoria de pingüinos, cormoranes, gaviotines y gaviotas.
Llegamos a Punta Loyola saliendo desde la ciudad de Río Gallegos hacia el sudeste, recorriendo 37 kilómetros por la Ruta Nacional N° 40. Punta Loyola es también un lugar ideal para realizar pesca deportiva.
La historia del barco Marjory Glen
También podemos visitar un sitio que atrae a muchos curiosos y viajeros. Es aquí donde tuvo lugar una de las tantas historias que involucra a embarcaciones y sus trágicos finales en las costas patagónicas. Esta es la historia de uno de ellos: el “Marjory Glen”. La barca había sido construida en el año 1892 en Escocia por la compañía británica The Grangemonth Dockyard Company.
La embarcación tenía bandera noruega y era un barco de tres palos y propulsión a vela. Sin embargo, lejos de Europa estaría su destino final como embarcación, ya que terminó sus días en Punta Loyola, en la desembocadura del Río Gallegos. Mucho antes de su llegada a las costas de Santa Cruz, el buque había atravesado otras travesías en otros lugares del mundo, como por ejemplo en la lejana Australia.
El Marjory Glen había zarpado el 12 de junio de 1911 desde el puerto de Newcastle en Inglaterra, al mando se encontraba el capitán Martin Holmsen, así como también una tripulación de 16 integrantes. La razón del viaje era transportar 1.800 toneladas de carbón para la firma Braun y Blanchard de Río Gallegos. Antes de su trágico final, el Marjory Glen había sido víctima de un fuerte temporal.
En el intento de arriar las velas se perdieron dos y otras resultaron dañadas. Sin embargo, la tragedia del barco no fue exactamente un naufragio, sino que más bien un abandono luego de un terrible incendio, en el cual fallecieron dos de sus tripulantes. Todo comenzó cuando el 9 de septiembre los tripulantes descubrieron emanaciones de gases en la bodega.
Luego de que gran parte de la tripulación se haya podido salvar, quedó sin capitán ni marineros y navegó a lo largo y ancho de la ría, como un verdadero barco fantasma. Pero como suele suceder con las crónicas históricas, existen varias versiones de lo que sucedió y cómo el barco terminó varado en Punta Loyola. Sin embargo, la más aceptada es que haya sido arrastrado hasta el lugar actual por un fuerte temporal en una de las más altas mareas.
Cualquiera haya sido la verdad, el Marjory Glen descansa hoy en este remoto lugar de la Patagonia, oxidado, pero aún en pie, formando parte de la postal que nos ofrece Punta Loyola.