El fileteado porteño es un arte decorativo y popular nacido a principios del siglo XX en la ciudad de Buenos Aires.
Un poco de historia
Tuvo su origen en las fábricas de carros, donde los primeros pintores, crearon un estilo que desafortunadamente no fue documentado en sus inicios ni tampoco en su posterior desarrollo. Por ello, la historia del fileteado que poseemos está basada en la recopilación de testimonios de los maestros de este oficio. Al igual que en el tango, no hay un primer artista ni una fecha exacta que permitan determinar con exactitud el inicio de esta práctica, pero los testimonios coinciden en que fueron tres inmigrantes italianos los que desarrollaron casi contemporáneamente el filete al inicio del novecientos: Cecilio Pascarella, Vicente Brunetti y Salvador Venturo, quienes posteriormente tuvieron como primeros continuadores a sus propios hijos.
La la mayoría de los motivos que conforman el repertorio típico del fileteado incluyen flores, volutas, hojas de acanto, cintas argentinas, bolitas y líneas muy estilizadas se van combinando con escenas y frases. Otras características del fileteado son los colores vivos que se utilizan, los contrastes que generan una falsa sensación de volumen, la sobrecarga del espacio, la simetría y la conceptualización simbólica de elementos.
La ruta del fileteado
En estos rincones de La Boca, San Telmo, Almagro y Boedo podemos apreciar obras de este tradicional arte:
Bar La Perla
Este antiguo bar se encuentra justo en la esquina del tradicional Caminito, en Av. Don Pedro de Mendoza 1899. El letrero, los carteles de Carlos Gardel y Aníbal Troilo y el falso obelisco de la entrada son trabajos del fileteador Sergio Menasché.
Museo Benito Quinquela Martín
A pocos metros del Bar La Perla, encontramos el Museo Benito Quinquela Martín. Además del atelier y su antigua vivienda, este lugar, que fue donado por el artista, tiene pinceladas similares al fileteado porteño. Se pueden encontrar en una sala donde se exhiben mascarones de proa con formas espiraladas, que simbolizan al viento y las olas y tienen figuras mitológicas que protegían a los hombres en la mar. Muchos de estos barcos provenían de Italia, por lo tanto, posiblemente tenga el mismo origen.

Museo Conventillo
El Museo Conventillo Marjan Grum está situado en José Garibaldi 1429. Su fachada se identifica fácilmente por su inmenso mural. Este mural fileteado fue pintado por Menasché en 2005. Para ingresar al museo es necesario concretar una cita previamente y es la propia dueña de casa –la pintora Beatriz Corvalán–, quien muestras las obras, los objetos fileteados y todas las instalaciones del estilo.

Café La Poesía
Hacia el centro de la ciudad encontramos al Café La Poesía , ubicado en Chile 502. Antes de entrar se puede ver un mural fileteado sobre la ochava de enfrente. Se trata de un homenaje al director de cine argentino, Leonardo Favio.

Bar del Filete
A pasos de San Telmo llegamos al barrio de Monserrat, más precisamente al Bar del Filete (Defensa 219). Como parte del Museo de la Ciudad, tiene en sus paredes tablas fileteadas por los coleccionistas Esthel Barugel y su esposo Nicolás Rubió. Ellos realizaron en la década del 60 una muestra sobre filete mucho antes de que fuera reconocido como un arte icónico de Buenos Aires. A pocas cuadras, está el Café Tortoni (Avenida de Mayo 825), donde resalta una caja registradora toda fileteada.

En el subte
En la estación Corrientes y encontramos un retrato de Enrique Santos Discépolo y otro de Carlos Gardel en las obras Cambalache y Yira-Yira. Ambos acrílicos sobre tela fueron realizados por Jorge Muscia y Alfredo Martínez, maestros del filete.

En la línea B encontramos la estación Carlos Gardel, donde en el vestíbulo hay un hermoso retrato del cantor. Fue realizado por León Untroib.
Museo casa Carlos Gardel
A cuatro cuadras desde la estación se sitúa el Museo Casa Carlos Gardel (Jean Jaures 735), donde hay una muestra de fileteado porteño al aire libre y de grandes dimensiones. Las fachadas de seis casas ostentan figuras como dragones, flores de cinco pétalos, cisnes y banderas argentinas. Las intervenciones se realizaron en 2004 a raíz del concurso “El Abasto y el fileteado porteño”, organizado por Alfredo Genovese.
Avenida Boedo
Aquí está la Esquina Homero Manzi (av. San Juan y av. Boedo), el tradicional bar que en su interior está repleto de detalles fileteados.

Otra opción, a dos cuadras, es el Café Margot (Av. Boedo 857), que en su entrada tiene un cartel fileteado que reza: “En esta tradicional esquina en la década del 40 se inventó el sándwich de pavita”. A lo largo de las calles de Boedo hay 40 placas fileteadas por el artista plástico Luis Zorz para conmemorar lugares históricos. Algunos de estos son el Circo Politeama Doria, el Café Dante y la Editorial Claridad, entre otros.
El Filete porteño fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Imágenes: https://www.buenosaires.gob.ar/