A orillas del Río de la Plata, con sus rascacielos vidriados, glamorosos restaurantes y afamadas tiendas, Puerto Madero es la zona más moderna y lujosa de Buenos Aires. Este joven barrio es hoy un importante centro de negocios y una de las atracciones turísticas más destacadas. Sus espacios verdes y paseos peatonales reúnen a deportistas, vecinos, oficinistas y turistas que disfrutan del ocio y del aire libre en uno de los lugares favoritos de la ciudad.
La ciudad de espaldas al río
Recorramos la historia del lugar: desde su fundación, Buenos Aires no contaba con un puerto adecuado para la carga y descarga de mercaderías debido a la poca profundidad de las aguas del Río de la Plata. A fines del siglo XIX el Ing. Eduardo Madero presento un proyecto que consistía en la construcción de cuatro diques cerrados interconectados mediantes puentes y dos dársenas. El proyecto fue aprobado y se construyeron en el espacio despoblado que es hoy Puerto Madero, grandes depósitos de ladrillo a la vista de tres o cuatro pisos, utilizados para almacenar granos y mercadería.
Pero este nuevo puerto no solucionó los problemas. Los buques de tamaño cada vez mayor seguían sin poder acercarse y diez años después de su construcción el puerto quedó obsoleto. Siguieron décadas de abandono y desolación, donde los grandes docks pasaron al olvido, la calidad del agua se deterioró y la ciudad comenzó a darle la espalda al río. Los rellenos que se hicieron al terreno entre los años 70 y 80 dieron origen a la Reserva Ecológica, un espacio natural de 350 hectáreas.
La transformación de Puerto Madero
Hace sólo 30 años, en 1989, se creó la Corporación Antiguo Puerto Madero con el objetivo de urbanizar el antiguo puerto. Se abrió un concurso nacional de ideas de donde surgió el plan urbano para el nuevo barrio. En 1992 comenzó el reciclaje de los docks, conservando su identidad portuaria. Allí se instalaron cafés, bares y exclusivos restaurantes que formaron un polo gastronómico que rápidamente se puso de moda y se convirtió en un éxito. En los pisos superiores de los docks se instalaron lofts y oficinas,. En los años siguientes se abrieron calles, avenidas y numerosos boulevares, restaurando fuentes, monumentos y el paseo de la Costanera Sur.
Luego llegaron las cadenas más exclusivas de hoteles internacionales, Universidades, casino, la instalación de importantes corporaciones, centros culturales, viviendas familiares y un club náutico que generaron un nuevo recorrido turístico con identidad propia..
Hoy, 30 años después de esta radical transformación, Puerto Madero es la zona de torres más altas de la ciudad, recibe más de cien mil visitantes los fines de semana y ostenta el mayor valor por metro cuadrado de la ciudad.
Una iniciativa con cara de mujer
A Puerto Madero lo conocemos como el barrio de las mujeres, ya que sus calles evocan a mujeres notables de diversos sectores. Las principales calles llevan los nombres de grandes luchadoras de todos los tiempos que marcaron la historia argentina. Algunas de ellas son licia Moreau de Justo, Victoria Ocampo, Olga Cossettini y Macacha Güemes y Victoria Ocampo entre otras.
El símbolo del barrio es el “Puente de la Mujer”, diseñado por el famoso arquitecto español Santiago Calatrava.
Qué hacer y ver en Puerto Madero
- Caminar por los diques, disfrutando del paseo a orillas del río y sus vistas panorámicas. Recorrer las calles Juana Manuela Gorriti y Pierina Dealessi, ambas paseos peatonales que se extienden de norte a sur, bordeando los cuatro diques.
- Cruzar el Puente de la Mujer: fue la primera obra en Latinoamérica del Arq. Calatrava y se convirtío en el emblema del lugar. Este puente giratorio de 170 m de longitud, permite el paso de las embarcaciones a vela que navegan por los diques y simboliza a una pareja bailando el tango.
- Visitar sus museos: entre las propuestas culturales se destacan los museos que invitan a conocer distintos aspectos de la ciudad como el arte, la música, la navegación o la historia de los inmigrantes.
- Visitar una fragata: el Buque Museo Fragata Sarmiento, primer buque escuela hoy convertido en museo, nos permite conocer cómo era la vida a bordo. El recorrido incluye la sala de máquinas.
- Conocer la Fuente de las Nereidas, obra de la escultora argentina Lola Mora, una de las fuentes más lindas de la ciudad. Representa el mítico nacimiento de Venus surgiendo de una valva marina junto a un séquito de nereidas.
- Descubrir el Monumento al Tango, que rinde homenaje al bandonéon, el instrumento más emblemático de la ciudad de buenos Aires. La figura alcanza los 3,5 m de altura y está ubicada en Azucena Villaflor y Av. De los Italianos
- Recorrer el Paseo de la Gloria: en la Costanera Sur, desde la calle Achával Rodríguez y Azucena Villaflor hasta la calle Viamonte se extiende este paseo que homenajea a los deportistas argentinos que han marcado la historia. No resistirás la tentación de sacarte fotos con las esculturas de Manu Ginóbili (básquet), Guillermo Vilas (tenis), Luciana Aymar (hockey), Fangio (automovilismo) y el famosísimo Lionel Messi, entre otros.
- Respirar en las áreas verdes: varios parques como el parques Parque Micaela Bastidas, Mujeres Argentinas y María Eva Duarte de Perón que invitan a largas caminatas, paseos en bicicleta, rollers, hacer un picnic y disfrutar de la naturaleza. La Reserva Ecológica es el mayor de los espacios verdes. Con 350 hectáreas de bosques, pastizales, bañados y humedales donde podemos realizar avistaje de aves, trotar y hacer senderismo a escasos metros del casco histórico porteño. Contemplá los ceibos, cuya flor rojiza es la flor nacional argentina.
- Disfrutar de la gastronomía : con múltiples opciones que van desde puestos callejeros hasta restaurantes de renombre mundial, Puerto Madero invita a almorzar o cenar con vista al rio. Probá las mejores comidas callejeras de la ciudad: sandwichs de lomito, choripán o bondiola en los puestos sobre la avenida que bordea la Reserva Ecológica. ¡Una experiencia inolvidable!
- Probar suerte en el casino flotante que funciona en dos barcos estilo Mississippi anclados al puerto del Río de la Plata. Es el único casino de Buenos Aires ya que están prohibidos en tierra, pero no sobre agua.
