La nueva cara del lujo en Sudamérica: Experiencias personalizadas y autenticidad impulsan la expansión premium

por Gabriela Alegría Perez

El panorama del turismo mundial está experimentando una transformación profunda. Lejos de la ostentación y los itinerarios prefabricados, una nueva generación de viajeros de alto poder adquisitivo está redefiniendo la exclusividad, priorizando la conexión genuina, el propósito y la desconexión real. En este cambio de paradigma, Sudamérica emerge como uno de los destinos con mayor potencial para consolidar el segmento premium a nivel global.

Los reportes de las principales consultoras de viajes internacionales indican una tendencia ascendente: los viajes con un valor superior a los US$50.000 proyectan un crecimiento sostenido en los próximos años, impulsados por una demanda insatisfecha que busca vivencias auténticas y transformadoras, más que la simple acumulación de destinos.

El Lujo se Mide en Silencio y Propósito

Hoy, el concepto de lujo ha migrado de lo material a lo experiencial. Ya no se trata de obtener la habitación más grande o la cena más cara. La nueva exclusividad reside en la capacidad de elegir: escoger el propio ritmo, el espacio y el silencio. Se valora la privacidad y la posibilidad de sumergirse en un entorno sin la masificación que caracteriza a los hotspots tradicionales.

Esta revalorización del tiempo y la intimidad se aceleró tras los períodos de confinamiento. La demanda por viajes de bienestar, naturaleza virgen y propósito no ha dejado de crecer. El viajero actual busca momentos únicos que lo reconecten con su entorno y, fundamentalmente, con sus seres queridos. La meta es llevarse una memoria emocional, no solo una fotografía.

Sudamérica, el Escenario Ideal para la Genuinidad

En esta búsqueda de autenticidad, la región sudamericana posee una ventaja competitiva única. Destinos como la Patagonia (chilena y argentina), el norte andino, la selva misionera y el sur de Brasil están captando la atención de viajeros de alto poder adquisitivo de Estados Unidos y Europa. La fórmula del éxito es simple pero poderosa: paisajes vírgenes, biodiversidad inigualable, gastronomía de autor y, sobre todo, pureza cultural.

A diferencia de otros polos turísticos saturados, en varios puntos de Sudamérica el viajero aún puede respirar la cultura local: sentir el aroma de la cocina regional, caminar por un desierto sin cruzarse con nadie o disfrutar de la simpleza de una conversación significativa. Esta genuinidad es el principal activo que el viajero de lujo valora hoy. La región se está posicionando con fuerza como una alternativa de viaje de naturaleza y aislamiento frente a mercados tradicionales como África u Oceanía.

La Hospitalidad a Escala Artesanal

El crecimiento del segmento está siendo liderado por modelos de hospitalidad que entienden esta nueva filosofía. Compañías especializadas apuestan por construir una red de lodges boutique en los escenarios más icónicos de la región, bajo un formato de baja escala y alto impacto emocional.

El corazón de esta propuesta es la personalización extrema. Estos establecimientos suelen operar con un número reducido de villas independientes (entre 12 y 14), y el huésped dispone de un guía y un vehículo exclusivos. Este esquema operativo, si bien exige costos y logística elevados, es esencial para garantizar que cada estadía sea única.

En este contexto de redefinición, el Grupo Awasi se erige como un referente clave. La compañía, que ha expandido estratégicamente su red con propiedades en destinos icónicos como Atacama, Patagonia, Iguazú, Mendoza y Santa Catarina (Brasil), opera bajo la premisa de ser la más relevante en experiencias personalizadas y de trascendencia. Su Chief Commercial Officer, Álvaro Valeriani, subraya esta intencionalidad al afirmar: “Crecemos con propósito, en lugares que nos permitan ofrecer al viajero una conexión real con la cultura y la naturaleza”. Esta visión es el motor detrás de su modelo de baja escala, que combina servicio all-inclusive con un compromiso absoluto con la integración local.

La filosofía es clara: no existen dos programas iguales porque no hay dos viajeros idénticos. Desde un picnic privado entre viñedos a los pies de la Cordillera de los Andes hasta una caminata a medida para avistar fauna nativa en el desierto o la selva, cada actividad se adapta al deseo y al ritmo de quien viaja. El objetivo es ser la compañía más relevante en la creación de experiencias de trascendencia para el viajero.

Integración Local y Desafíos Operativos

Este enfoque premium no se limita al servicio; abarca la sostenibilidad y la integración comunitaria. La expansión consciente se realiza buscando la armonía con el entorno y la cultura local. Esto implica trabajar activamente con pequeños productores, granjas familiares y comunidades originarias, promoviendo el bajo impacto ambiental y la conservación del patrimonio cultural y natural.

Desde una perspectiva de negocios, la región enfrenta desafíos estructurales importantes. La conectividad aérea y la infraestructura de ciertos destinos son factores que definen la competitividad. Sin embargo, la dificultad para llegar a ciertos parajes agrega un valor de exclusividad: la sensación de aislamiento es, para este segmento, parte intrínseca de la experiencia. Además, si bien los costos de operación aumentan en contextos económicos volátiles (como el que atraviesa, por ejemplo, Argentina), el viajero de ultra lujo, que compra una experiencia completa e all-inclusive, se mantiene menos sensible a las fluctuaciones cambiarias.

En definitiva, Sudamérica no solo está ofreciendo alojamiento; está diseñando viajes que superan la expectativa material para dejar una huella emocional. Chile, Brasil y Argentina se consolidan como polos fuertes que demuestran que, en el mapa del turismo de alta gama, la exclusividad se mide cada vez menos por el lujo evidente y más por la autenticidad lograda y la conexión profunda.

Awasi: El Modelo de Lujo Experiencial que Redefine Sudamérica

El Grupo Awasi se ha consolidado como un referente de la hotelería de ultra lujo en Sudamérica, destacando por su enfoque radicalmente personalizado y su baja escala operativa. El grupo posee una colección exclusiva de lodges en ubicaciones geográficas icónicas y de alto valor natural, incluyendo el Desierto de Atacama, la Patagonia chilena (Torres del Paine), las Cataratas del Iguazú (Argentina) y, más recientemente, el emblemático Cavas Wine Lodge en Mendoza.

Su propuesta central es la exclusividad absoluta: cada huésped cuenta con un guía y un vehículo 4×4 privado dedicados por completo a diseñar y ejecutar un itinerario a medida. Esto elimina la rigidez de los grupos y los horarios fijos, permitiendo una inmersión profunda y auténtica en la naturaleza y la cultura local. Sus lodges están diseñados con un número limitado de villas (generalmente entre 12 y 14) para garantizar la privacidad y el servicio meticuloso.

Como miembros de Relais & Châteaux, Awasi subraya su compromiso con la excelencia y la filosofía de viaje lento. Esta visión se resume en su objetivo de negocio: “Queremos ser la compañía más relevante en experiencias personalizadas y de trascendencia”, según afirma Álvaro Valeriani, Chief Commercial Officer de Awasi, enfatizando que el verdadero lujo reside en el impacto emocional y la conexión real que se genera con el destino.

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