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Diario de una azafata: ¡Ciao Bella!

por Sabry Codino

Un destino que esperé ansiosamente desde que empecé a volar, fue la increíble Roma. Sin embargo, los primeros meses de vuelo parecía que se lo daban a todos mis amigos, pero a mí no me tocaba.

Finalmente, allá por mi cuarto mes volando, llegó el tan esperado vuelo. Seguramente todo esté dicho sobre esta ciudad maravillosa, pero nunca está demás recordarlo. La sensación de caminar sus calles es abrumadora. Es como pasear por un interminable museo. Su historia, su gente, su comida… no tiene comparación.

Roma es una ciudad italiana de más de 3 millones de habitantes. Capital de la región del Lacio y de Italia. Es el municipio más poblado de Italia y la tercera ciudad más poblada de la Unión Europea. Se la conoce desde la Antigüedad como la Urbe. También es llamada “La Ciudad Eterna” (en italiano: Città Eterna).

En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, llegó a extender sus dominios sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa, Oriente Próximo y África del Norte. Como capital del Imperio romano, llegó a ser la primera gran metrópolis de la humanidad. Fue el centro de una de las civilizaciones antiguas más importantes, y tuvo una gran influencia sobre las culturas que la sucedieron.

Es la ciudad con la más alta concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo. Su centro histórico delimitado por el perímetro que marcan las murallas aurelianas, es la máxima expresión del patrimonio histórico, artístico y cultural del mundo occidental. ​ En 1980, junto a las propiedades extraterritoriales de la Santa Sede que se encuentran en la ciudad y la basílica de San Pablo Extramuros, se incluyó en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

El día que llegamos, pudimos aprovechar la tarde y parte de la noche para visitar la ciudad. Nuestra primera parada fue para comer pizza, que compramos por porciones cerca de Plaza Venecia en el corazón de la ciudad. Desde allí, caminamos hacia nuestra primera y mas ansiada parada: El Coliseo Romano.

El imponente Coliseo Romano.

El Coliseo o Anfiteatro Flavio es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I y ubicado en el centro de la ciudad de Roma. Su denominación original, Anfiteatro Flavio, hace referencia a la dinastía Flavia de emperadores que lo construyó. Su nombre posterior, Coliseo, se debe a una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón, que no ha llegado hasta nuestros tiempos. Por su conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la Antigüedad clásica. Se declaró Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno el 7 de julio de 2007.

En la antigüedad poseía un aforo para unos 65 000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al este del Foro Romano, y las obras empezaron bajo el mandato del emperador Vespasiano.

Podría dedicar las columnas de varias semanas a la enorme cantidad de información que hay sobre el coliseo, pero no es la idea. Aquí te dejo el enlace a la web oficial, donde encontraras información actualizada, entradas, y las nuevas medidas de seguridad por COVID.

La segunda parada mas relevante de la noche llegó luego de perdernos un par de veces en las pequeñas laberínticas calles de Roma. Finalmente la encontramos, imponente, elegantemente iluminada, y ¡llena de gente!

La Fontana di Trevi es una de las mayores (con cerca de 40 metros de frente) fuentes monumentales del Barroco en Roma (Italia). Según la actual división administrativa del centro de Roma, está situada en el rione de Trevi.

Fontana di Trevi.

La fuente está situada en el cruce de tres calles (tre vie), marcando el punto del Aqua Virgo (en italiano, Acqua Vergine), uno de los antiguos acueductos que suministraban agua a Roma.

En 1625 el Papa Urbano VIII pidió a Gian Lorenzo Bernini que esbozase posibles renovaciones, pero el proyecto fue abandonado a su muerte. La contribución duradera de Bernini fue cambiar la situación de la fuente al otro lado de la plaza para que quedase frente al palacio del Quirinal. En 1730, el papa Clemente XII organizó un concurso sobre la fuente en el que Nicola Salvi perdió, a pesar de lo cual recibió el encargo.

El Océano de Pietro Bracci fue situado en el nicho central. Las estatuas de la Abundancia y de la Salubridad, en los dos nichos laterales fueron esculpidas por Filippo della Valle.​ La fuente es una obra escultórica de bulto redondo y a la vez relieve. Hay dos hipocampos en la escultura, uno está calmado y el tritón no tiene que hacer esfuerzo para dirigirlo. El otro hipocampo está alterado y el tritón consigue llevarlo con esfuerzo. Esto representa las dos facetas del mar, el mar agitado y el mar pacífico.

Tras la muerte de Salvi, la fuente fue terminada en 1762 por Giovanni Pannini, quien sustituyó las suaves alegorías presentes por esculturas planas de Agripa y Trivia, la diosa romana.

Fontana di Trevi, uno de los atractivos mas visitados de Roma.

Nuestra noche continúo caminando las calles de la ciudad, disfrutando de los Aperol spritz en sus pequeños bares escondidos, y degustando la comida local (que, para esta descendiente de inmigrantes italianos, se siente bastante como estar en casa).

Roma es interminable, y he tenido la suerte de visitarla muchas veces. Espero poder compartir mas de su belleza en otras columnas… ¡Inshallah!*

Inshallah: Frase en árabe que significa “si Dios quiere”, utilizada como una muletilla en medio oriente. El significado del término no denota la profesión de una religión determinada.

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