Cuando un país piensa el turismo de manera clara, objetiva y a largo plazo se establecen este tipo de objetivos, no hay corto plazo, estamos hablando de 2030, el título no es erróneo, es correcto, 2030. Y España ya ha programado su Estrategia de Turismo Sostenible.
Resulta envidiable que un país pueda proyectarse más allá de los gobiernos, creando un espacio de trabajo transversal a toda nuestra querida actividad, por ello el Gobierno de España, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, está elaborando esta estrategia, una agenda para afrontar los retos del sector en el medio y largo plazo, impulsada por tres pilares que la hacen sostenible: socioeconómica, medioambiental y territorial.
El objetivo es sencillo pero ambicioso, sentar las bases de la transformación del turismo español hacia un modelo de crecimiento sostenido y sostenible.
El nuevo modelo, busca mejorar la competitividad y rentabilidad de la industria, en los valores naturales y culturales diferenciales de los destinos, y en la distribución equitativa de los beneficios y las cargas del turismo. Impresionante y digno de un país líder en el segmento.
Pero cuando uno piensa en España, como mencionamos anteriormente, un país pionero en este tipo de administraciones inmediatamente se pregunta ¿Por qué es necesario elaborar una nueva Estrategia de Turismo?.
La respuesta es simple, el turismo aporta el 11,7% del PIB y es un gran generador de empleo, el 12,2% del total de afiliados en España.
España lleva impulsando el crecimiento de este sector a lo largo de décadas. Pero este nuevo mundo pone en jaque todo lo visto, y el sector debe afrontar nuevos retos, que requieren una nueva visión y la adopción de nuevas fórmulas.
¿Digno de imitar cierto?
